1. Introducción
Ciertamente, un problema recurrente en la educación es el proceso de financiación de los recursos que poseen las instituciones y que tiene incidencia en la calidad educativa. Organismos internacionales como la Unesco (2022) advierten que esta situación, reflejada, por ejemplo, en las políticas de reforma, carecen de los medios necesarios para su adaptación en los entornos inmediatos (OCDE, 2019). Ciertamente, de manera continua, establecen sus diseños a niveles superlativos, dejando de lado las particularidades o especificaciones que atañen a cada contexto educativo.
Ante esta situación, es importante profundizar en la existencia de una gestión educativa promotora, que vele por la capacitación docente, el respeto por sus derechos y la escucha a sus intereses para el desarrollo de su vocación de servicio; analice las condiciones infraestructurales, procurando un adecuado servicio tecnológico, propiciando la erradicación de los rasgos de discriminatorios (García-Martínez et al., 2023). Esta situación evidencia cómo la exclusión escolar afecta el objetivo de educar en inclusión y educar en calidad para todos los estudiantes, lo cual aún no representa una prioridad.
En el Perú, son evidentes los problemas que existen en todas las modalidades educativas. Estas tienen sustento en cuestiones culturales y político-sociales. La toma de decisión para implementar políticas de gestión educativa en las instituciones acarrea un conjunto de dificultades como los de tipo financiero, escasa planificación, aseguramiento de la calidad ineficiente (Barriga et al., 2023). Si bien los docentes desarrollaran y acatan los lineamientos del Ministerio de Educación (Minedu); se enfrentan a una serie de demandas que tienen que ver con la mejora de la calidad y el aprendizaje (Minedu, 2021).
En las instituciones educativas de Lima Metropolitana, se observa una carencia en la comunicación efectiva y puntual con las propias instituciones educativas, las familias y la comunidad en general. Además, la supervisión de las actividades y la evaluación constante de la calidad son áreas que no se han abordado de manera rigurosa. De igual forma, se detectó insatisfacción en el seno de la comunidad educativa, una asignación de recursos insuficiente y una organización improvisada en las actividades institucionales. También se identificaron problemas de liderazgo, una falta de cohesión en el trabajo en equipo y una atención inadecuada a la infraestructura.
De esta manera, se planteó la pregunta ¿existe relación entre la gestión educativa y la calidad de servicio en instituciones públicas de Lima Metropolitana?
Gestión Educativa
Gallegos (2004) define la gestión educativa como la organización de recursos hacia metas claramente establecidas, donde la responsabilidad de ejecutar esta tarea recae en el gerente. En una visión similar, Thompson (2013) sostiene que el concepto de gestión implica llevar a cabo una serie de acciones con el propósito de cumplir los objetivos expresados en la misión y visión organizacional, demandando que el gerente gestione los recursos de manera eficaz y eficiente. En este contexto, la gestión se entiende como un proceso estratégico integral y cohesivo que se enfoca en establecer objetivos, prioridades y acciones de acuerdo con el tipo de educación proporcionada.
Según el Minedu (2021), la gestión educativa establece mecanismos que guían y supervisan el adecuado funcionamiento de una institución, con el propósito de alcanzar los objetivos delineados en el PEI. Además, se destaca que la gestión educativa está intrínsecamente vinculada al desempeño docente, orientándose hacia el desarrollo de competencias docentes para su desarrollo efectivo. Al respecto, las dimensiones de gestión propuestas por el Minedu, con respaldo de Unesco (2022), son:
La primera dimensión, la gestión estratégica, se enfoca en la planificación y ejecución efectiva, desde los procesos de organización hasta su funcionalidad, basándose en protocolos directivos. Incluye un protocolo específico para el PEI, que pone como centro el aprendizaje del estudiante y se guía por los objetivos estratégicos del plan institucional.
La gestión pedagógica, por su parte, está centrada en actividades del docente, como la programación curricular, del PCI y la implementación de métodos pedagógicos y evaluativos. Incluye también protocolos de convivencia y mecanismos de monitoreo y acompañamiento al personal docente, con la participación activa de los directivos en el seguimiento del desempeño, en concordancia con la currícula institucional (Minedu, 2021).
En cuanto a la gestión administrativa, el Minedu (2021) la define como el manejo óptimo de la organización en beneficio de la institución, incluyendo subprocesos de organización, dirección y control, además del monitoreo y apoyo al personal. Esta dimensión abarca la planificación y distribución eficaz de recursos humanos, materiales y financieros, así como la asunción de roles gerenciales y aquellos relacionados con las del líder pedagógico.
Finalmente, la gestión comunitaria, tal como señala el Minedu (2021), se sostiene en actividades educativas que facilitan decisiones acordadas en beneficio de los estudiantes. Yabar (2013) enfatiza la relevancia de integrar la IE en la comunidad, mientras que Parra y Durán (2009) prioriza el rol negociador del líder pedagógico con el fin de la mejora del sistema sociocultural y el fortalecimiento de la gestión escolar.
Calidad de servicio
La Unesco (2022) define la calidad de servicio como el conjunto de condiciones necesarias para fomentar el desarrollo social, con promoción de una educación equitativa e inclusiva con metas ambiciosas que faciliten la integración adecuada de los estudiantes en la sociedad. Incluso, revalora la convivencia y del ambiente institucional, señalando que un entorno desfavorable puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil. En esta línea, Myers (2022) destaca el papel fundamental de los servicios de apoyo en la calidad educativa, especialmente en el contexto universitario.
Asimismo, se destacan cinco dimensiones clave:
Eficiencia: Consiste en el logro de objetivos por medio de un uso óptimo de recursos, incluyendo una gestión financiera eficaz que permita administrar la institución con eficiencia. Ipeba (2013) describe la eficiencia como la relación entre los objetivos educativos establecidos y los aprendizajes logrados, alcanzada mediante un uso adecuado de los recursos.
Eficacia: Se orienta a una distribución equitativa del aprendizaje enfocada en el logro de aprendizajes y al cumplimiento de metas académicas sin disparidades sociales.
Equidad: Implica asegurar el acceso equitativo a niveles de aprendizaje, ofreciendo oportunidades para que todos los estudiantes desarrollen sus competencias y elijan su futuro profesional sin barreras.
Pertinencia: Denota la inclusión igualitaria, respetando y valorando las diferencias individuales y contribuciones de los estudiantes, promoviendo su integración autónoma en la sociedad y el mantenimiento de su identidad.
Relevancia: Enfatiza la importancia de tomar decisiones educativas que involucren métodos significativos. Esto permite que los aprendientes experimenten y comprendan diversas realidades, en concordancia con el valor de la libertad y el respeto a la diversidad que deben gozar.
2. Metodología y materiales
La investigación se sostuvo en lo cuantitativo como enfoque y se utilizó un diseño no experimental, que implicó la no manipulación de variables. Fue de tipo básico, porque se centró en ampliar el conocimiento teórico sin una aplicación práctica sobre la gestión educativa y la calidad de servicio. Por su parte, el alcance correlacional que permitió determinar la relación entre las variables. El método fue el hipotético-deductivo que buscó formular hipótesis para resolver los problemas de investigación (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018).
Con 120 docentes, la población quedó estructurada para 3 instituciones educativas de Lima Metropolitana. La muestra se ciñó bajo el empleo del muestreo aleatorio simple de donde se seleccionaron 93 docentes de sendas instituciones educativas.
Tabla 1 Número de docentes de 3 instituciones educativas de Lima Metropolitana
Nota. Tomado del cuaderno de asistencias
Al respecto, se pudo determinar una muestra con mayoría de docentes del sexo masculino. Para su determinación se siguieron los lineamientos del muestreo probabilístico (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018).
Para determinar la validez, se llevó a cabo la valoración del juicio de expertos con la participación de tres especialistas quienes evaluaron los dos cuestionarios bajo criterios como relevancia, pertinencia y claridad. Asi mismo, para la confiabilidad se recurrió a la prueba de Alfa de Cronbach a través del SPSS. Los resultados indicaron que tanto el Cuestionario para medir la gestión educativa (α = 0.99) como el Cuestionario sobre calidad de servicio (α = 0.91) tienen alta fiabilidad.
La tabla 2 muestra información pertinente sobre las variables y dimensiones de estudio, así como sus escalas y fiabilidad.
3. Resultados
En la línea de la presentación de resultados, luego de haber aplicado los cuestionarios, la tabla 3 precisa los niveles de gestión educativa.
Los resultados sobre la gestión educativa revelaron que el 21.5% de los encuestados la evaluaron como mala, el 37.6% como regular y el 40.9% como buena. En resumen, aunque la mayoría percibe la gestión educativa de manera positiva, existe una porción considerable de personas que no se sienten plenamente satisfechos con su calidad.
Tabla 4 Resultados por niveles de las dimensiones de la Gestión educativa
En cuanto al análisis, la gestión estratégica alcanzó un nivel regular para el 48.4%; la gestión administrativa, un 57.0%; la gestión pedagógica, el 38.7% y, finalmente, la gestión comunitaria un 45.2% como buena. Esto evidencia que la percepción sobre las dimensiones de la gestión educativa alcanza la condición mayoritaria de “regular”.
Respecto de la variable calidad de servicio, la tabla 5 presenta sus niveles de percepción.
Según la tabla 5, el nivel regular para la calidad educativa es la que tiene el porcentaje más alto (61,3%). Esto indicaría que es evidente que existen aspectos menores por mejorar para tener una eficiente calidad de servicio. Por otro lado, un 24.7% sostuvo que la calidad es alta, percepción favorable de los servicios educativos ofrecidos.
Tabla 6 Resultados de las dimensiones de la variable Calidad de servicio
La mayoría de los encuestados calificó las dimensiones evaluadas como "regulares". En eficacia, el 76.3% la valoró así, en relevancia fue el 49.5%, en equidad el 41.9%, en pertinencia el 69.9% y en eficiencia también el 69.9%. Las valoraciones como "buena" fueron menores en todas las dimensiones, mientras que las calificaciones de "mala" se destacaron en relevancia con un 38.7%.
Para el análisis de la tabla 7, se determinó un valor de rechazo o no rechazo de la hipótesis general (p < 0.05). De este modo, se identificó una correlación positiva entre ambas variables (r = 0,568) con una significancia de 0,000 < 0,05. En esa línea, no se rechazó la hipótesis alterna, dando validez a la hipótesis general.
Acerca de las hipótesis específicas, gestión educativa y equidad: correlación alta (r = 0,865, p= 0,000); gestión educativa y relevancia - gestión educativa y pertinencia: moderada (r = 0,421, p= 0,000; r = 0,349, p= 0,001-) y gestión educativa y pertinencia - gestión educativa y eficiencia: bajas (r = 0,294, p= 0,004 -; r = 0,209, p= 0,044 -). En todos los casos, se determinó un nivel inferior a 0,05, por lo que se rechazó la hipótesis nula y no se rechazó la alterna. Con esto, se confirmó la hipótesis de investigación.
4. Discusión
En el contexto de la gestión educativa, diversas investigaciones han evidenciado la relación entre una administración efectiva y múltiples dimensiones clave de calidad en el servicio educativo, tales como equidad, relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia. Este estudio se basó en analizar la correlación entre la gestión educativa y estas dimensiones, describiendo hasta qué punto una gestión bien planificada y estratégica puede influir en el logro de objetivos educativos, la equidad en el acceso, la relevancia de los contenidos y métodos, la pertinencia de la oferta educativa, y la eficiencia en el uso de recursos.
El estudio identificó correlaciones significativas de nivel positivo moderado, en concordancia con investigaciones previas como las de Flores (2022) y Álvaro (2020), quienes también hallaron correlaciones positivas en sus análisis. Apaza y Rivera (2022) destacaron el impacto positivo de una gestión efectiva. Sin embargo, surgieron diferencias con otros estudios: mientras Flores (2022) reporta una correlación fuerte, este estudio presenta una moderada. Por su parte, Arteaga y Fernández-Monge (2023) difieren en los hallazgos para la equidad, en contraste con este estudio.
Sobre los objetivos específicos, se halló la relación entre la gestión educativa y la equidad. Achoy-Sánchez y Jiménez-Segura (2023) coincidieron con estos resultados, destacando las desigualdades que afectan a la sociedad se pueden lograr a través de una gestión efectiva. Asi mismo, se evidenció la relación entre la gestión educativa y la relevancia, que coincide con Álvaro (2020), para quién la relación se establece en términos de calidad educativa, con un nivel de asertividad del 31%. Además, se halló la relación entre la gestión educativa y la pertinencia, aunque es baja, esto se ve influenciado por factores ajenos a la gestión. Ipeba (2013) sostuvo que es importante tomar decisiones educativas que garanticen métodos de enseñanza con la idea de desarrollar un proyecto de vida. Sobre la dimensión eficacia, se halló una relación baja, resultado que coincide con Apaza y Rivera (2022), quienes sostuvieron que es algo efectiva. Finalmente, sobre la eficiencia, existe una relación baja que alberga un margen para la optimización o mejora, resultado coincidente con el de Maqui (2022) quien halló la relación, pero no destacó la eficiencia. Ambos estudios sostienen la característica limitada de la eficiencia.
En conclusión, la investigación halló que existe relación entre la gestión educativa y la calidad de servicio (rho= ,568; p = ,000), resultados similares a la relación entre la gestión educativa y las dimensiones de la calidad de servicio. Se sugiere que las autoridades del MINEDU implementen políticas y estrategias de fortalecimiento continuo en la gestión educativa, con un enfoque en las dimensiones que impactan directamente en la calidad del servicio, promoviendo capacitaciones constantes, evaluaciones de desempeño, y recursos adecuados que faciliten la mejora de los procesos.