Antes de ser reconocida como “Generala del Chaco Boliviano”, imagen de la Virgen de Charagua fue mutilada y secuestrada durante la guerra. Permaneció durante 55 años en Paraguay antes de retornar al pueblo cruceño que la venera.
Los datos que tenemos de la imagen de María en el templo parroquial aniguo de Charagua, antes de su “deportación” a Asunción del Paraguay, son estos: estaba en el altar mayor, al pie del Cristo crucificado. Según la esposa del mayor paraguayo que tenía la imagen en Asunción y la devolvió a Charagua, se la conocía como Virgen de la Piedad. Según Helen Hayes Villagomez1, se trata de la Virgen de los Ángeles que fue traída por los jesuitas el siglo pasado; algunos la llamaban Virgen de las Piedades y ocupó el altar mayor del templo de Charagua.
Al parecer, la imagen llegó de Obaí, lugar cercano de donde procedía mucha gente que pobló Charagua, y se guardó en el templo antiguo de la nueva plaza principal, con la advocación de “Virgen de los Ángeles”.
En 1935, en las postrimerías de la Guerra del Chaco, los paraguayos avanzaron hasta Charagua y en la retirada, el 21 de abril, robaron la imagen de la Madre de Dios. Como no podían avanzar por el peso de la efigie, la abandonaron en el monte. El oficial paraguayo mayor Osvaldo Ortiz, viéndola abandonada y sintiendo gran devoción por esa imagen, la recogió y, con un grupo de soldados, la mutiló para poderla llevar dentro de una “petaca”. Fue así como esta imagen, “prisionera y mutilada”, fue llevada al Paraguay para ser venerada en el país vecino. Siguieron 55 años de exilio.
En Asunción fue guardada respetuosamente en el domicilio de los esposos Ortiz. La esposa del oficial paraguayo, Ninneth de Ortiz, confesó que sentía remordimiento de tener en su casa la imagen de la Virgen María, privándola de la veneración de tantos fieles de su pueblo de origen.
Ninneth, enferma y ya desahuciada por todos los médicos, se sometió a una casi imposible operación del corazón. Ella hizo la promesa a la Madre de Dios de devolver la imagen a Bolivia si salía bien de la intervención. La Virgencita le concedió la gracia deseada.
Hacia julio de 1990, unos misioneros laicos de Santa Cruz fueron a Paraguay para dar testimonio de su fe. El hermano paraguayo Bernardo Peralta informó a los misioneros de la existencia de una imagen de la Virgen traída desde Charagua en la casa de la señora Ninneth Vda. de Ortiz. Con este dato comenzaron el trámite de repatriación de la imagen de María.
Al entregar la imagen en manos bolivianas, la señora decía entre lágrimas y sollozos que se llevaban a su madre, a su protectora. El licenciado Blas Rodríguez le dejó una foto para que la siguiera acompañando. Las gestiones de los misioneros y de los residentes charagüeños en Santa Cruz lograron que retorne a Bolivia la venerada imagen de la Virgen el día 6 de agosto de 1990, a las 15:00. Fue venerada en Santa Cruz en el domicilio de los esposos Bernal, en la calle Cochabamba N.º 632.
El día 23 de septiembre de ese mismo año la imagen fue traslada a la catedral de Santa Cruz, donde recibió la veneración filial de todo el pueblo cruceño, en espera de su traslado a su pueblo de la provincia Cordillera, en vísperas de su fiesta patronal de “San Miguel Arcángel”.
El 27 de septiembre de 1990, sábado, a las 14:30, llegó por fin la imagen de María a la Estación Ferroviaria de Charagua. Arribó a bordo de un tren especial, acompañada por un millar de devotos y peregrinos, en momentos en que una devastadora sequía afligía a los pobladores de la zona. Fue recibida con todo honor y amor filiar por la población y por efectivos militares.
Visitó primero el templo de la Estación Charagua, para luego ser llevada en romería -a pie y con todo entusiasmo, por miles de personas de Charagua y su gran municipio- hasta el centro de la ciudad, distante unos siete kilómetros de la estación, donde se halla el templo parroquial de “San Miguel Arcángel”. En el trayecto recibieron una señal del cariño de María. Habían avanzado apenas por la carretera cuando ocurrió el primer milagro: una torrencial lluvia rompió con los varios meses de sequía y llegaron todos bien mojados a la parroquia de destino. La imagen fue colocada con toda solemnidad en el templo parroquial de “San Miguel Arcángel”, donde hoy sigue siendo venerada por la comunidad local y peregrinos venidos de muchos lugares de Bolivia y del exterior.
Cómo surge el nombre de la Virgen
Hasta después de su llegada a Charagua, la Virgen no tenía un nombre definido. Unos la llamaban “la Virgen Cautiva”, otros “Virgen de la Reconciliación” y algunos “la prisionera y mutilada”. Pero en una reunión, el pueblo acordó que se llame “la Virgen de Charagua”, tomando como ejemplo a la de Cotoca. Se determinó la fecha inamovible de su fiesta, que se celebra desde entonces todos los años el último sábado del mes de abril.
Testimonios de los milagros
La empresa de FF.CC. Red Oriental proporcionó un tren especial para todos los peregrinos que querían viajar acompañando a la mamita de Charagua desde Santa Cruz hasta su pueblo. Cuando llegó el momento del viaje, la Virgen fue sacada de la catedral seguida de una multitud de gente que acompañó hasta la estación ferroviaria. Durante el trayecto ocurrió algo raro: cerca al monumento de la avenida Melchor Pinto Parada, de pronto el sol empezó a mostrar destellos a las 8:00 de la mañana. La gente se asustó y se escucharon algunos gritos “¡Por Dios! ¿qué pasa?”. En el recorrido hacia la estación ferroviaria, mucha gente que esperaba también vio ese fenómeno. ¿Milagro?
Otro milagro de la Mamita se vio cuando la Virgen pisó tierra charagüeña. Entonces, la población pasaba por una fuerte sequía que azotaba a todo el municipio. El día del retorno de la imagen, los peregrinos que caminaban en la carretera que lleva al pueblo fueron testigos de que una torrencial lluvia se desprendió del cielo para bendición de todos los que participaban en la romería.
Título de la Virgen de Charagua
Por disposición del Comando General de las Fuerzas Armadas de Bolivia, mediante Resolución Nº 10/90 del 26 de septiembre/90, se resuelve otorgar el grado de “Generala del Ejército del Chaco” a la Virgen de Charagua figura 1, como un justo homenaje al estoicismo y abnegación en su cautiverio y por haber protegido a combatientes de ambos bandos, tanto en el fragor de la batalla como en tiempos de paz. Asimismo, por estar involuntariamente involucrada en esa sangrienta guerra que desgarró a dos pueblos hermanos, recibió el título de “Patrona de los excombatientes, beneméritos, ex prisioneros y viudas de la Guerra del Chaco”.
La imagen de María de Charagua fue solemnemente proclamada “Madre de la Reconciliación” el 20 de marzo de 1994, por el Obispo de Cuevo Monseñor Leonardo Bernacchi, ofm.
Hoy y por siempre, esta localidad pujante llamada “Charagua la bella” ostenta orgullosa a su divina “Patrona”, celosamente guardada al lado derecho del altar mayor del templo “San Miguel Arcángel”. Este monumento fue recientemente declarado, por Ley Departamental Nº 826 del 21 de septiembre de 2023, “Patrimonio Cultural, Arquitectónico e Histórico Departamental de Santa Cruz”.
Nuestra mamita, oficialmente bautizada “Virgen de Charagua”, intercede ante su hijo por todos los que moran en este jirón patrio. Particularmente para los hombres de armas que tenemos el privilegio de conocerla, la “Generala del Chaco boliviano” es fuente de paz espiritual.













