Introducción
En el mundo se calcula que existen unas 11.000 especies de aves y de estas, en Venezuela se han registrado 1.420 taxones entre residentes y migratorias, de tal manera que representan apenas el 13 % del total de especies de aves que existen a nivel mundial, no obstante, es el sexto país del mundo con mayor diversidad de especies de aves luego de Colombia, Perú, Brasil, Indonesia y Ecuador.
En Venezuela 48 taxones son endémicos, seis introducidas (entre ellos Columba livia) y 34 especies son clasificadas como raras o accidentales, principalmente ejemplares exóticos escapados del cautiverio (1).
La Paloma Doméstica, Columba livia (Gmelin, 1789) es nativa del sur de Eurasia y del norte de África, pero en la actualidad está distribuida a nivel mundial, solo ausentándose en la zona ártica y otras zonas muy aisladas del planeta, asociándose siempre su presencia a los asentamientos humanos, desde hace siglos, siendo utilizadas como alimento, mascotas, símbolos religiosos, en investigación y comunicación, entre otros (1).
En las excretas de Paloma Doméstica se han descrito diversidad de hongos, virus, bacterias, protozoarios y helmintos que también pueden infectar al hombre, por esto son consideradas, en muchos países, como un problema de salud pública, siendo incriminadas como transmisoras o reservorios de enfermedades zoonóticas, entre ellas las enteroparasitosis, de las cuales resaltan principalmente los protozoarios Cryptosporidium spp., Blastocystis spp, Cyclospora sp, Isospora sp y Trichomonas sp; los nemátodos Capillaria sp, Ascaridia sp, Syngamus sp, Raillietina sp y los cestodos Hymenolepis sp (4).
Por otro lado, la población de Santa Rosa tiene una gran importancia en el turismo religioso de Venezuela, ya que en ella se encuentra la imagen de la Divina Pastora, advocación de la Virgen María, que concentra el 14 de enero de cada año, una procesión de aproximadamente tres millones de feligreses católicos, que convierten a esta expresión de fe, en una de las procesiones más concurridas del mundo (8).
La presencia de una gran población residente de Columba livia, en el casco central de Santa Rosa (plaza Bolívar) específicamente frente a su iglesia y la relación e interacción histórica mantenida con sus habitantes y turistas por más de 170 años, motivó estudiar, la posible presencia y diversidad de taxones de enteroparásitos presentes en las heces de esta población de Paloma Doméstica ferales, determinar los de importancia zoonótica, su frecuencia, para así conocer la importancia médica de estas aves que son patrimonio de este municipio.
Metodología
La población de Santa Rosa está ubicada en el municipio Iribarren del estado Lara, Venezuela (10° 3′ 30″’ N-69° 16′ 30″’ O) a una altitud de 525 msnm, presenta un clima semiárido, con temperaturas medias de 28 °C (máximas 38 °C) y con precipitaciones medias anuales de 512 mm (9).
Se realizó un estudio descriptivo transversal, no probabilístico, con muestra accidental, basado en la recolección de muestras de heces de Columba livia, ferales y residentes en la población de Santa Rosa (Figura 1). Las muestras se obtuvieron con métodos no invasivos, siguiendo las pautas del Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales, obteniéndolas desde el 10 de abril hasta el 10 de mayo del 2023 (10).
Para la toma de las muestras se seleccionó la Plaza Pública (Plaza Bolívar) de Santa Rosa, donde desde hace más de diez años existen unos palomares donde simultáneamente pueden anidar más de 20 parejas de estas aves, lo cual a permitido que prospere una numerosa colonia de Paloma Doméstica que forma bandadas de hasta 200 individuos.
Este lugar es frecuentado por propios, visitantes y turistas, para alimentarlas, por lo que, se han vuelto territoriales y normalmente, no permiten la presencia de otras especies de aves, de forma tal que en seis días distintos, se recolectaron un total de 20 “pool” de heces, donde cada pool correspondía a cinco muestras de heces frescas que se colocaron en una misma bolsa transparente y estéril, la cual se identificó, rotuló e introdujo en cava refrigerada (5 °C) y trasladó para su análisis al laboratorio de la Sección de Parasitología Médica del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA (Barquisimeto) en un período que nunca sobrepasó las 24 horas posteriores a la recolección de las heces.
Para la obtención de las heces frescas y para estar seguros de que correspondieran a esta especie de ave, se esperaba pacientemente que las palomas defecaran, igualmente, conociendo que las palomas presentan una cloaca común, por donde sale tanto una porción urinaria (blanquecina) como una fecal (marrón o verde) bien definidas ambas, por lo que, solo se recogieron del suelo las muestras de color verdes o marrones, que se correspondían solo con las heces y por consiguiente con la posible presencia de enteroparásitos (4).
Una vez en el laboratorio, se describían las características macroscópicas de las heces y posteriormente eran homogeneizadas, para luego ser montadas entre lámina y laminilla con solución salina isotónica (0,85 %) y coloración de lugol, para seguidamente ser observarlas en el microscopio de luz (AxioLab Carl Zeiss) primeramente con aumento de 100X y luego con aumento de 400X, para detallar mejor la morfología de los enteroparásitos (Figura 2).
Aquellas láminas que fueran sospechosas para coccidios (Cryptosporidium spp y Cyclospora sp) se fijaban en lámina aparte y se coloreaba con la técnica de Ziehl Neelsen (ácido alcohol resistente) para poder confirmar estas especies.
En total fueron analizados 20 pool, con cinco muestras por pool, lo que correspondió a un total de 100 muestras de heces de Columba livia examinadas.
Una vez analizadas las muestras se determinó y categorizó la diversidad y abundancia de especies diagnósticas. A las muestras (pool) que presentaron solo una especie parasitaria se denominaron monoparasitados, mientras que las que presentaban dos o más taxones en un mismo pool, se denominaban poliparasitados.
Los estudios hechos en Columbia livia fueron no invasivos, de tal manera que, se siguieron las pautas del Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales (10).
Resultados
Se detectó una frecuencia de parasitosis intestinal (FPI) del 80 %de las muestras analizadas, encontrándose contaminadas con uno o más enteroparási tos, de tal manera que el 35 % de las muestras analizadas estaban monocontaminadas, mientras el 45 % estaban policontaminadas.
De las muestras examinadas policontaminadas, 1 presentó cinco especies, 4 presentaron cuatro especies, 4 presentaron dos taxones y 7 presentaron solo una especie.
Se consiguió una diversidad de 10 taxones de enteroparásitos, tal que los protozoarios encontrados fueron, Eimeria spp 55 % (11 de los 20 poles analizados), Endolimax nana 40 % (8/20), Blastocystis spp 25 % (5/20), Cryptosporidium spp 15 % (3/20), Entamoeba coli 10 % (2/20), Giardia spp 5 % (1/20), Iodamoeba butschlii 5 % (1/20); mientras que los helmintos diagnosticados fueron, Ascaridia spp 10 % (2/20), Capillaria spp 10 % (2/20) e Hymenolepis spp 5 % (1/20) (Figura 3 y 4).
De aquí se tiene que los tres enteroparásitos más diagnosticados fueron Eimeria spp 50 %, Endolimax nana 30 % y Blastocystis spp 25 %.
La asociación de parásitos más frecuente mente encontrada (se conseguían juntos en un mismo pool) fue la de Blastocystis sp con Endolimax nana, ya que el 44 % de las muestras policontami nadas (dos o más taxones) presentaban esta combinación.
Discusión
La amplia diversidad de taxones de enteroparásitos diagnosticados (10) fue menor a la reportada en palomas ferales de la ciudad de Coro, Venezuela (12 taxones) pero mayor a lo señalado en palomas del Meta y del Envigado, ambos en Colombia (4 y 7 taxones respectivamente), siendo una diversidad indicativa de la intensa infección que presenta esta colonia de palomas (8).
Con respecto a la alta FPI encontrada en Santa Rosa (80 %), fue mayor a la reportada en el Meta y el Envigado, Colombia (58 % y 60 % respectivamente) y en palomas ferales de la ciudad de Coro (54 %) lo cual determinaría mayor riesgo de transmisión zoonótica en Santa Rosa (8).
En relación con los principales enteroparásitos encontrados en orden decreciente de frecuencia, se tiene que, Eimeria spp fue el parásito más abundante con una frecuencia del 55 %, interesantemente un porcentaje igual a lo señalado en el Envigado, Colombia (55 %), pero superior a lo reportado en palomas ferales del Meta, Colombia (36 %), de Coro (3,9 %) y en gallos de pelea también de Coro, con un 5 % (7).
Eimeria spp., es un taxón con predominio principalmente en animales de corral, tales como aves, ovinos y bovinos, mientras que en humanos existe un solo reporte de su presencia en Venezuela (niños indígenas del estado Amazonas) por lo que, su posible infección y patogenia en humanos inmunocompetentes, todavía está en estudio (13).
En juveniles de Columba livia, la infección con Eimeria spp, puede generar enfermedad aguda, presentando principalmente pérdida de peso, inhibición del crecimiento, diarrea sanguinolenta, plumas quebradizas y trastornos del equilibrio (12).
Con respecto a Endolimax nana (40 %), el presente artículo es el primer reporte de esta especie de parásito en Columba livia en Venezuela, lo que indicaría la capacidad de este protozoario de adaptarse a nuevos reservorios. En humanos del estado Lara representa el segundo enteroparásito más frecuente, es un comensal que no produce sintomatología en el hospedador (16).
Blastocystis es uno de los parásitos más frecuentes en el hombre y en animales del mundo, presenta 17 subtipos (ST) identificados tanto en aves, como en mamíferos. En el hombre se caracteriza por ser causante de sintomatología gastrointestinal y por su alta frecuencia en Santa Rosa (25 %) sería el principal taxón con potencialmente zoonótico. Blastocystis spp se presentó con una frecuencia mayor a la indicada en aves de China (7 %) y particularmente en Columba livia de China (2 %, ST6) igualmente en Pelecanus occidentalis de Isla de Coche, estado Nueva Esparta, con un 10 % (14).
La asociación parasitaria más frecuente encontrada en las palomas ferales de Santa Rosa, fue la de Blastocystis spp con Endolimax nana (20 % de las muestras), que representaban el 44 % de los poliparasitadas (4/9) lo cual se corresponde con diversidad de estudios coproparasitológicos en humanos del estado Lara y de Venezuela, que señalan a estos dos parásitos como lo más frecuentes en estudios coproparasitológicos, resaltando principalmente Blastocystis spp en el estado Lara, con entre 28 % y 41 % de prevalencia, lo cual lo convertirían en el principal enteroparásito de importancia zoonótica de esta zona (16).
Cryptosporidium spp, con un discreto 15 %, fue una frecuencia menor a la reportada en palomas ferales de Coro (36 %) este es un coccidio responsable en humanos de sintomatología gastrointestinal en pacientes principalmente inmunocomprometidos (6).
Para el protozoario Entamoeba coli (10 %) no existían registros previos de este protozoario en Paloma Doméstica en Venezuela, apenas existen reportes en otras especies de aves, como en Pelecanus occidentalis de Isla de Coche, Venezuela (10 %), en Colombia infectando un ejemplar en cautiverio de Amazona aestiva (Loro Hablador) también en aves en cautiverio de Brasil donde se detectó en un 6 % de los analizados, no obstante, es un parásito comensal en el humano que no origina ninguna sintomatología. En el presente caso, se demuestra el éxito adaptativo de este enteroparásito para adecuarse a Columba livia (13).
Giardia spp con 5 %, fue una frecuencia menor a la reportada en palomas (9,6 %) y pinzones (5,2 %) de Bagdad, Irak, igualmente inferior a la descrita en patos salvajes de Nuevo México, EE. UU. (28 %) pero mayor a agapornis de Bagdad (3,4 %). La giardiasis es una enfermedad común en humanos, animales domésticos, mamíferos salvajes, anfibios y aves, fue descrita por primera vez en 1681 por Antony Van Leeuwenhoek, quien la observó en heces (20).
Iodamoeba butschlii con solo 5 %, fue un caso aislado, posiblemente autolimitante para Columba livia y muy extraño en aves, ya que Iodamoeba butschlii es exclusivo del intestino grueso humano, aunque existen reportes en primates y en cerdos, no obstante, todos son mamíferos con temperatura corporal de 37 °C, por lo que, su hallazgo en Columba livia con una temperatura corporal normal de 41,8 °C sería un insólito hallazgo, que lo convierte en un registro inédito de este taxón en una especie de ave en Venezuela (22).
Ascaridia spp con un 10 % de frecuencia, fue superior a lo descrito en el Meta (4 %) y en el Envigado (8 %) ambos en Colombia, mayor que en gallos de pelea de Coro (6 %), pero inferior a lo descrito en otras especies de aves como Pelecanus occidentalis de la Isla de Coche (50 %) y en aves en cautiverio de Brasil (22 %). Su importancia zoonótica es relativa, ya que la mayoría de las especies de Ascaridia no infectan a los humanos (5).
En lo que se refiere a Capillaria spp., con una frecuencia del 10 %, es mayor a lo señalado en Envigado Colombia (8 %), en palomas ferales de Coro (8 %) y en Pelecanus occidentalis de isla de Coche (5 %), pero menor a lo reportado en palomas del Meta, Colombia (14 %), gallos de pelea de Coro (17 %) y en aves silvestres en cautiverio de Brasil (31 %). Este es un helminto que no infecta a los humanos, por lo que, no presenta importancia zoonótica (6).
Hymenolepis spp con una frecuencia de 5 %, fue un porcentaje mayor a lo reportado en Columba livia de Coro (0,2 %), este platelminto presenta una prevalencia menor al 0,5 % en humanos de Venezuela (Hymenolepis nana e Hymenolepis diminuta) y su presencia en humanos origina una sintomatología gastrointestinal leve (6).
La presencia de siete de los diez taxones encontrados en Columba livia, que presentan un riesgo real de transmisión zoonótica y la alta frecuencia de palomas infectados (80 %) en Santa Rosa, disparan la necesidad de incrementar las medidas preventivas que impidan la transmisión bidireccional de enteroparásitos (palomas-hombre-palomas) medidas que comprenderían desde el tratamiento incorporado al agua o alimentos de las palomas, hasta disminuir el contacto directo de la comunidad o turistas con estas aves o con sus heces e incrementar la bioprotección de los obreros encargados de la limpieza diaria de estas instalaciones.