1. Introducción
En la actualidad la Educación Superior enfrenta el desafío de preparar a los estudiantes para un mundo globalizado y tecnológicamente avanzado en respuesta a las exigencias de un mercado laboral. El presente artículo, está enmarcado en la integración e interrelación de las competencias psicológicas, sociales y tecnológicas como una alternativa innovadora en la formación universitaria. Ante lo planteado (Molina & Pérez, 2006) sostiene que, “en la formación profesional de los docentes, no se contempla el desarrollo de competencias sociales y emocionales, tampoco se plantea, el estudio del clima social y emocional”
Es decir, como las personas emocionalmente inteligentes y resilientes gestionan o responden a las avenencias en los ambientes educativos; así mismo se investiga la comunicación asertiva y afectiva entre los estudiantes y docentes en situaciones de conflicto y su resolución, y finalmente se indaga la necesidad de habilidades tecnológicas requeridas para la nueva dinámica educativa. Bajo estas premisas Vaskov et al., (2021) menciona que:
Es muy importante abordar el problema de la alfabetización digital de los profesores modernos de educación superior; esto ayudará a comprender la preparación de los docentes para la digitalización de la educación en general y a determinar su papel en el espacio educativo utilizando tecnologías a distancia (p. 3).
En cuanto a el contexto estudiantil, varios autores han denotado el problema de la importancia de promover una la alfabetización digital oportuna, eficiente y segura en todas las tecnologías de información y comunicación, incluyendo algunas plataformas digitales. Este tema ha sido ampliamente abordado por Arnao (como se citó en la UNESCO, 2008) sostiene que el problema de la alfabetización digital de los estudiantes es proporcional con la apropiación, inclusión e integración de las Tecnología de Información y Comunicación (TIC) por parte del profesorado en las diversas asignaturas o cursos del currículo. Las investigaciones sobre competencias en la educación se conceptualizan independientemente y en forma aislada, por tanto, la presente investigación pretende integrar las competencias psicosociotenológicas desde la interrelación de cada uno de sus elementos para mejorar el rendimiento académico con una visión de la complejidad hacia la nueva visión de la educación. Para lo cual, se emplea el método de la investigación documental de revisión exhaustiva de fuentes primarias y secundarias, el método teórico utilizado fue el análisis, síntesis, y la concreción. Por último, el aporte de esta investigación permitirá un desarrollo de habilidades esenciales en la comunicación social y tecnológica, les permitirá adaptarse a nuevos cambios, comprendiendo las dinámicas psicológicas del entorno laboral.
2. Competencias Psicosociotecnológicas
Para desarrollar el tema de estudio es necesario describir el concepto de competencias en la educación superior. Las competencias según Significado de Competencias (n.d.), “… son habilidades, capacidades y conocimientos que una persona tiene para cumplir eficientemente determinada tarea”. Bajo este concepto, el estudiante debe desarrollar las diferentes competencias dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje que le permita enriquecer su formación académica y responder a las demandas de una sociedad en constante cambio.
INTEGRACIÓN DE LAS COMPETENCIAS PSICOSOCIOTECNOLÓGICO
Fuente: Elaboración propia
En el gráfico, se observa en la parte central las competencias psicopedagógicas están compuestas por la inteligencia emocional y la resiliencia; las competencias sociales están conformadas por la comunicación y el liderazgo, y las competencias tecnológicas están vinculadas por la tecnología emergente y la alfabetización digital. En ese sentido, se entiende a las competencias psicosociotecnológicas como la integración e interrelación de las competencias psicológicas, sociales y tecnológicas, que genera la simbiosis y sinergia en los estudiantes, desenvolviéndose de manera competente e idónea que les permitirá aprovechar al máximo su potencial y alcanzar nuevos conocimientos y habilidades en el espacio educativo y laboral.
2.1. Competencias Psicológicas
En este apartado teórico se investiga la importancia e interrelación existente entre la inteligencia emocional y la resiliencia en la educación superior.
El fortalecimiento del desarrollo biopsicosocial de los universitarios resulta imprescindible para lograr una formación académica integral. Este acuerdo forja una nueva visión del contexto universitario, donde el desarrollo de competencias emocionales y resilientes constituye un punto de referencia dinámico que permita hacer frente a desafíos de la sociedad (Buenaño et al., 2022, p.1082).
Estas competencias psicológicas tratan sobre las habilidades, destrezas y actitudes en el campo psicológico que se desarrolla en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero además de intervenir en la parte psicológica también se relaciona con lo social y lo tecnológico. Dada la importancia de incluir las a la inteligencia emocional y la resiliencia en la formación del futuro profesional se realiza el siguiente análisis:
2.1.1. Inteligencia Emocional
El concepto de inteligencia emocional (IE) en la década de 1990, adquirió reconocimiento gracias al trabajo del psicólogo del autor Daniel Goleman, quien popularizó la noción de IE en su libro "Inteligencia Emocional", resaltando su importancia en el éxito personal y profesional. Existen tres primeras dimensiones que actúan en el área intrapersonal que permiten un mayor conocimiento y mejor manejo de nuestras fortalezas y debilidades emocionales autoconocimiento, autocontrol y Automotivación; y otras dos que actúan en el área interpersonal, que se refieren al manejo de las emociones ajenas en la relación interpersonal; empatía y manejo de relaciones (Bello, 2019).
Por lo expuesto, la autoconciencia establece la identificación de las emociones, en el campo universitario, reconoce el estilo de aprendizaje, la comunicación en un entorno social y el reconocimiento de habilidades, fortalezas y aptitudes en las áreas tecnológicas. Así mismo, la autorregulación de las emociones, controla los impulsos y las emociones, evita la ansiedad y el estrés por la sobre carga académica, mejora el rendimiento académico, la comunicación interpersonal, permite la adquisición del aprendizaje autónomo, para el desarrollo de habilidades tecnológicas para la actualización de los conocimientos.
Por otro lado, la automotivación se da a través del establecimiento de las metas personales, la motivación intrínseca, genera el trabajo en equipo efectivo, mejora el rendimiento académico y mejora la autoestima a través del uso de herramientas tecnológicas de manera óptima para estimular el aprendizaje. La empatía en el espacio universitario centra la capacidad de comunicarse de forma efectiva, mantener las relaciones interpersonales saludables, facilita la comunicación asertiva, permite el aprendizaje colaborativo y el liderazgo eficaz. Así mismo, en el contexto tecnológico permite tomar acciones para crear un entorno virtual seguro.
En cuanto al desarrollo de la habilidad social en el espacio universitario, permite la interacción y construcción de equipos de trabajo, en el que la comprensión y reconocimiento de las emociones de sus pares coadyuvará al fortalecimiento de conocimientos y a la elaboración de proyectos educativos. En la esfera tecnológica, refleja la capacidad de trabajar en equipos virtuales, comunicarse en línea y utilizar plataformas digitales para establecer conexiones significativas. Entonces, la Inteligencia Emocional en el ámbito de la educación superior remarcan su incidencia en la capacidad de potenciar el bienestar estudiantil y formar profesionales con un perfil integral.
2.1.2 Resiliencia
Adquirir la competencia de la resiliencia en el campo educativo trata de la habilidad de enfrentar y superar dificultades académicas, sociales y personales que se presentan en la formación académica, por ello es importante conceptualizar este término. Robinson et al., (2021) afirma que: “a resiliencia se refiere a la capacidad de una persona para mantener el equilibrio psicofísico y la autorregulación (p.673)”. La capacidad de un individuo para adaptarse y enfrentar situaciones difíciles u obstáculos es una manera de respuesta a las adversidades que se presentan en el área académica. En la Educación Superior los estudiantes resilientes pueden superar desafíos académicos, fracasos y el estrés, manteniendo una actitud positiva y persistente.
Robinson et al., (2021) también menciona que, “actualmente existe una necesidad insatisfecha en la educación superior de un programa de apoyo estructurado y preventivo para ayudar a los estudiantes a mejorar su resiliencia al estrés” (p.672). Es decir, el desarrollo de la resiliencia en los estudiantes es especialmente importante debido a los altos niveles de strés y los desafíos de identidad que enfrentan durante su tiempo en la universidad”. Los constantes cambios en las metodologías de enseñanza y uso de tecnologías para cada asignatura, llegan a ser constantes transformaciones y adaptaciones para el universitario.
La llegada de la era tecnológica, ha permitido grandes cambios digitales en la manera de comprender, enseñar y aplicar las tecnologías en educación superior. Por lo planteado Weller & Anderson (2013) menciona:
Las instituciones de educación superior enfrentan una serie de oportunidades y desafíos como resultado de la revolución digital. (…) Gran parte de la reacción al cambio tecnológico proviene de quienes tienen un interés personal en el cambio total o en mantener el statu quo(p.53)
Los desafíos que actualmente enfrentan las casas superiores, requieren que se incluya la competencia de la resiliencia en la tecnología con el desarrollo de habilidades y oportunidades de aprendizaje para afrontar cambios constantes por la actualización de las nuevas tecnologías que el estudiante debe adquirir. Estos cambios frecuentes establecen la necesidad de adquirir habilidades para resolver problemas y buscar soluciones creativas con una mente abierta a los constantes avances tecnológicos.
2.2 Competencias Sociales
Las competencias sociales serán entendidas como el conjunto de habilidades y capacidades que permite a las personas relacionarse en su entorno social. Para la presente investigación se consideró relevante la comunicación interpersonal y la comunicación digital los cuales permiten manejarse, integrarse y adaptarse a una sociedad altamente influenciada por la tecnología que modifica los modos y conductas de los estudiantes y docentes en la educación superior.
2.2.1. La Comunicación
La comunicación es un medio que permite interactuar entre uno o varias personas, al respecto los autores Hybels & Weaver (1979) sostienen que es al hecho de hablar juntos en un nivel uno o uno a varios (…) frente a frente los participantes inician y responden a los mensajes mientras mutuamente se influyen uno a otros. Bajo esta óptica, la comunicación interpersonal en la educación superior se enfoca en la relación entre docente - estudiante con las capacidades de expresar, escuchar y comprender con empatía y autoconciencia unos a otros; la comunicación fluye aún más cuando se realiza equipos de trabajos de investigación; entablar la comunicación impersonal con los estudiantes permite fortalecer las debilidades y mitigar las amenazas en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Otra de las competencias requeridas es la comunicación efectiva, el autor Ojalvo (citado por Saldaña 2018) refiere que “la comunicación es un proceso complejo de carácter material y espiritual, social e interpersonal que posibilita el intercambio de información, la interacción y la influencia mutua en el comportamiento humano, a partir de la capacidad simbólica del hombre”(p.168). Ahora bien, en la educación superior se identificará a través de la transmisión y comprensión de los conocimientos brindados en el aula, generando la participación activa por medio de la expresión de ideas, la escucha activa y el desarrollo de la crítica constructiva que fomente la interacción de conocimientos con sus pares. Al mismo tiempo, esta competencia coadyuva a la retroalimentación de la información estableciendo el aprendizaje significativo. Bajo esa apreciación la comunicación efectiva en el aula debe dilucidar habilidades de diálogo a través de la resolución de problemas académicos y brindar soluciones innovadoras.
Según el informe de la ISO/TC 46 (2011), “digitalización es el proceso de convertir documentos impresos o de otro soporte no digital a un formato digital”(p.5). En cuanto a la comunicación digital el autor Artés et al. (2012) señala que “suele evocar la idea de señales de voltaje que cambian entre dos niveles que representan el uno y el cero” (p. 1). Estos conceptos cobraron mucha importancia en la pandemia que obligo a cambiar el paradigma de todas las esferas y actividades de la vida. La educación ha hecho un salto a las TIC´s de forma forzada donde la enseñanza en las aulas presenciales pasó a la educación virtual; muchos de los docentes y estudiantes en educación superior utilizaron diferentes plataformas educativas disponibles en ese momento, se ingeniaron y desarrollaron competencias de comunicación digital; incorporando videos, redes sociales, blog, audio, email, Tik Tok, etc.
Actualmente, las TIC´s están evolucionando vertiginosamente y en efecto esto derivara a nuevas exigencias de competencias digitales más aun en educación superior. Esto avizora nuevas formas de interactuar en ambientes virtuales, como lo indica Barráez (2022) “tecnologías virtuales en los escenarios no presenciales como la realidad virtual, realidad aumentada, además de los metaversos en 3D” (párr. 3). Como se puede ver, la forma de comunicación digital requiere ser fortalecido y estrechar la colaboración y la interacción mediante las tecnologías digitales.
2.2.2 El Liderazgo
Los líderes gestionan sus propias emociones, así como de los demás, que les permite conectar con empatía a las necesidades de sus compañeros, promoviendo un trabajo colaborativo y motivador. El termino de liderazgo es utilizado ampliamente en el ámbito empresarial o en cargos directivos de una entidad, ¿Qué es liderazgo?, el autor Tracy (2013), define como “la capacidad de conseguir seguidores”(p.3), asimismo sostiene que los lideres no nacen sino se hacen mediante la formación; tiene un sentido de visión y misión que inspira al resto; es activo, productivo, innovador, emprendedor que se lanzan hacia la acción u objetivo; con una dosis de audacia, valentía y atrevimiento el líder se lanza al éxito con riesgos calculados; además considera que los lideres son buenos planificadores y estrategas porque tienen visión a largo plazo y otros.
Bajo este punto de vista, existe la necesidad de desarrollar cualidades de liderazgo en la educación superior para abrir nuevos caminos hacia la educación efectiva, competitiva y con calidad; dentro del aula el liderazgo esta dado al docente y esta influencia a los estudiantes. Sin embargo, en la pandemia del COVID-19, se ha forzado el cambio en la forma de enseñanza - aprendizaje, este evento obligó a los estudiantes a que desarrollen el liderazgo transformando su personalidad, esculpiendo sus actitudes y aptitudes como futuros profesionales.
Otro elemento importante es el trabajo en equipo, de acuerdo con los autores Cardona & Wilkinson (2006) manifiestan que es “colaborar organizadamente para obtener un objetivo común” además, supone entender la personalidad, capacidades personales como las habilidades, conocimientos, experiencias específicas, la escucha, la colaboración y el optimismo son las actitudes esenciales de un espíritu de un equipo (párr.. 2). El trabajo en equipo en educación superior requiere que los integrantes del equipo aporten a lo máximo desde sus particularidades, además acepten recibir la retroalimentación y gestionar el tiempo. En la actualidad, el trabajo en equipo es virtual el cual repercute en la coordinación y en la destrucción de las tareas generando ruido comunicacional; sin embargo, el equipo de trabajo debe adaptarse a nuevos contextos y nuevas realidades sin tener que olvidar las relaciones sociales del trabajo en equipo.
Y, por último, la resolución de conflictos entendida como las habilidades para lidiar situaciones problemáticas, el autor
Viveros (2003) manifiesta que es “cualquier situación en la que se dé diferencia de intereses unidas a relación de interdependencia”(´. 9), también existen problemas que requiere terapias tal como menciona el autor Fried, (como se citó en Bush y Folger 1994) el cual expresa que “enfocan aspectos internos de la experiencia, los sentimientos y pensamientos, los rasgos (…) de las disputas”. Ese en ese entendido, es importante generar más espacios de capacitación y reflexión que permitan desarrollar las habilidades de resolución de problemas actuales, coyunturales, vivenciales o personales.
Bajo estos conceptos, la competencia social es entendida como la habilidad que permite relacionarse e interrelacionarse con el entorno social que forma parte de un sistema social aun mayor, el cual debe fluir mediante una comunicación asertiva y efectiva que dé lugar a resolver situaciones conflictivas mediados por el liderazgo.
2.3 Competencias Tecnológicas
La incorporación de tecnologías emergentes en la educación superior ha generado un impacto significativo en el ámbito educativo. “El avance de las nuevas tecnologías ha cambiado las prácticas tradicionales en el aula e introducido estrategias de enseñanza innovadoras, como clases de realidad virtual, pizarrones interactivos, recursos de aprendizaje basados en multimedia y currículo interactivo” (Al-Hunaiyyan et al., 2021, p. 3). Al brindar acceso a recursos educativos, promover la interacción activa y personalizar la experiencia de aprendizaje, estas tecnologías empoderan a los estudiantes y los preparan para adquirir habilidades relevantes en el actual entorno digital en constante cambio.
2.3.1. Tecnologías emergentes
La sinergia entre la educación superior y las tecnologías emergentes nos permitirá preparar a nuestros estudiantes para un futuro dinámico y tecnológicamente avanzado Ayala et al., (2023). menciona que: “En educación, las tecnologías emergentes pueden ser herramientas, conceptos, innovaciones y avances que se emplean en los diversos contextos educativos” (p. 155).
Consideramos que la incorporación holística de tecnologías de la información emergentes en la Educación Superior puede abordar las problemáticas y necesidades académicas de manera efectiva. Mediante plataformas de aprendizaje en línea, análisis de datos y recursos interactivos, se personaliza la enseñanza, se adapta al ritmo de cada estudiante y permite identificar áreas de mejora. Por lo tanto, un enfoque colaborativo y multidisciplinario permitirá diseñar estrategias que consideren no solo la tecnología, sino también la psicología y el área social, brindando así una educación más inclusiva y estimulante que promueva el éxito académico.
Skorton, (2019) refiere: “Los profesores, administradores y académicos de la educación superior deberían considerar nuevos diseños para la educación general que incorporen enfoques integradores que ayuden a los estudiantes a establecer conexiones significativas entre su educación general y los cursos especializados” (p. 3). (Gómez-Gomez, 2023) toma el ejemplo de la pandemia y menciona:
La UNESCO reconoce que la pérdida de las rutinas de socialización puede influir en el desarrollo y actitudes de los estudiantes, llegando a un cierto aislamiento social, por lo que no debemos olvidarnos de la función social de la universidad (p. 50).
En definitiva, el profesorado tiene ante sí el reto de fomentar nuevas maneras de enseñar y de aprender, y, de esta manera, ser ejemplo de innovación y de cambio. Además, cada vez es más importante ofrecer un aprendizaje más conectado con la realidad y las necesidades del entorno. (Gómez-Gomez, 2023, p. 2)
La integración de competencias psicológicas, sociales y tecnológicas en la Educación Superior es un tema relevante en el ámbito educativo actual. La formación académica y profesional de los estudiantes ya no se limita únicamente al dominio de conocimientos teóricos y prácticos en sus respectivas disciplinas, sino que también implica el desarrollo de habilidades transversales para su desempeño en el contexto profesional y social. “El aprendizaje significativo y la formación integral de los estudiantes requieren que los docentes desarrollen competencias TIC” (Padilla-Hernández et al., 2019, p. 144).
2.3.2. La alfabetización digital.
En nuestra opinión, consideramos que los Educadores Contemporáneos necesitan modificar su actitud frente a la digitalización mediante una capacitación de elevada calidad, a fin de desempeñarse eficientemente en un entorno educativo digital. Por lo planteado el autor Vaskov et al., 2021) menciona: “La alfabetización digital de los docentes es el dominio de un conjunto de competencias enumeradas. (…) lo que reduce su disposición a trabajar activamente con el entorno educativo digital” (2021b, p. 1).
En la actualidad muchos de las instituciones Universitarias cuentan con plataformas virtuales en los que desarrollan la enseñanza de manera digital (e- learning) o como apoyo a las actividades presenciales (b-learning). También disponen de Sistemas de Gestión de Aprendizaje como el LMS (learning management system) que permiten entornos virtuales de aprendizaje en los que pueden aprovechar sus ventajas y múltiples posibilidades de transmitir conocimientos mediante comunicación no presencial. Sin embargo, para abordar la utilización eficiente de estas competencias digitales es indispensable partir de la alfabetización digital como el requisito indispensable para su utilización. “La alfabetización digital a los profesores va a garantizar que los esfuerzos encaminados hacia una educación para la vida se consoliden en realidad.” (Márquez et al., 2021, p. 364). Sin embargo, esta integración de tecnología en la educación también plantea desafíos importantes relacionados con la ética tecnológica y la ciberseguridad.
Es fundamental que los profesionales de la educación superior promuevan y apliquen la ética tecnológica en su práctica docente y en el uso de las TIC en el aula, esto implica las siguientes consideraciones. En primer lugar, se deben tener en cuenta los derechos y responsabilidades de los estudiantes en relación con el uso de la tecnología. Esto implica asegurar que se respeten los derechos de propiedad intelectual, la privacidad y la seguridad de la información. Asimismo, es importante promover la honestidad académica y evitar el plagio en los trabajos y proyectos realizados mediante tecnología.
Por otro lado, la ciberseguridad es un aspecto crucial en la educación superior. En este aspecto Quirumbay et al., (2022) define “La ciberseguridad se caracteriza como una colección de tecnologías y procesos diseñados para proteger computadoras, redes, programas y datos contra actividades maliciosas, ataques, daños o acceso no autorizado”(p. 58). En el contexto de la educación superior, es primordial garantizar la seguridad de los datos e información personal de los estudiantes y profesores. Además, es necesario tomar medidas para prevenir y responder eficazmente ante posibles ataques o vulnerabilidades en los sistemas tecnológicos utilizados en la educación.
Estas competencias permiten a los estudiantes fortalecer sus habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas, comunicación efectiva y trabajo en equipo, entre otros aspectos. La integración de competencias tecnológicas en la educación superior proporciona a los estudiantes las herramientas necesarias para desenvolverse en un mundo cada vez más digitalizado, donde el uso de las tecnologías de la información y comunicación es indispensable tanto en el ámbito personal como profesional. “Por esta razón, las competencias tecnológicas se han convertido en un requisito para el desarrollo profesional académico y para la integración de las TIC al interior del aula en el contexto educativo actual” (Araya-Landabur et al., 2022, p. 63).
Conclusiones
El análisis realizado permitió conocer las características de las competencias psicológicas, competencias sociológicas y competencias tecnológicas por la importancia actual que merece ser estudiada debido a la interrelación e interacción en el proceso enseñanza - aprendizaje en educación superior. Con base a este estudio se evidencia la relevancia a la capacidad de reconocer y gestionar las emociones resilientemente para el bienestar personal, así como las relaciones saludables a través de las habilidades comunicativas, el liderazgo, el trabajo colaborativo y la adaptación a las tecnologías emergentes y la seguridad en línea.
El artículo realiza un valioso aporte al analizar de manera sistemática y crítica los conceptos teóricos relacionados con las competencias psicosociotecnológicas y su aplicabilidad dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la educación superior. Así mismo permite tener una visión pedagógica más amplia, para lo cual se recomienda la capacitación permanente de los docentes actualizando los métodos de enseñanza a través de la inclusión de las competencias psicosociotecnológicas en sus clases y en la malla curricular, de esa forma enfrentar los desafíos en un mundo en constante cambio.
En ese entendido, la integración de las competencias psicosociotecnológicas emerge como una nueva línea de investigación educativa, el cual permitirá fortalecer las dimensiones conceptuales, procedimentales y actitudinales. Estas habilidades combinadas generan la sinergia en los estudiantes al tener una comprensión sólida del contexto sociocultural y tecnológico. Y, por último, se sugiere nuevas posibilidades de investigación y apertura nuevos caminos para explorar otras dimensiones relacionas con este objeto de estudio.